NUESTROS BEBES CON LO MAS IMPORTANTES

viernes, 30 de abril de 2010

La Estimulación Temprana

La estimulación temprana, como el propio nombre lo dice, tiene como objetivo desarrollar y potenciar, a través de juegos, ejercicios, técnicas, actividades, y de otros recursos, las funciones del cerebro de un bebé, beneficiando su lado intelectual, su físico y su afectividad. Un bebé bien estimulado tendrá aprovechada su capacidad de aprendizaje y de adaptación a su entorno, de una forma más sencilla, rápida e intensa. Todos sabemos que los bebés nacen con un gran potencial y que cabe a los padres hacer con que este potencial se desarrolle al máximo de la forma más adecuada, positiva, y divertida.

 
Para entender este proceso, es necesario que entendamos primero, como es la maduración del ser humano. Al contrario de los animales, nosotros los seres humanos somos muy dependientes de nuestros padres desde que nacemos. Tardamos más para caminar y dominar nuestro entorno. Todo depende del aprendizaje que tengamos. Mientras nuestra capacidad está limitada por el aprendizaje, nuestras habilidades están relacionadas con la supervivencia. Sin el aprendizaje, nos convertimos en seres indefensos, solos, y expuestos a todo lo bueno o lo malo. Por otro lado, si aprendemos, nuestro cerebro moldeable nos permitirá que crezcamos y sobrevivamos ante las situaciones más adversas.

 
La estimulación temprana lo que hace es unir esta adaptabilidad del cerebro a la capacidad de aprendizaje, y hacer con que los bebés sanos maduren y sean capaces de adaptarse mucho mejor a su entorno y a las diferentes situaciones. No se trata de una terapia ni de un método de enseñanza formal. Es apenas una forma de orientación del potencial y de las capacidades de los más pequeños. Cuando se estimula a un bebé se estará abriendo un abanico de oportunidades y de experiencias que le hará explorar, adquirir destrezas y habilidades de una forma más natural, y entender lo que ocurre a su alrededor.

 
Cuándo estimular a un bebé

La puesta en marcha de una estimulación temprana es una decisión absolutamente personal. Los padres son los que pueden decidir si la quiere aplicar o no al cotidiano con su hijo. Sin embargo, si deciden por la estimulación temprana, deberán iniciarla lo más breve posible ya que, según los expertos, la flexibilidad del cerebro va disminuyendo con la edad. Desde el nacimiento hasta los 3 años de edad, el desarrollo neuronal de los bebés alcanza su nivel máximo. A partir de los tres años, empezará a decrecer hasta su total eliminación a los 6 años de edad, cuando ya estarán formadas las interconexiones neuronales del cerebro del bebé, haciendo con que sus mecanismos de aprendizaje sean parecidos a los de una persona adulta. Por supuesto que continuarán aprendiendo, pero no al mismo ritmo y con todo el potencial de antes.



Todos los bebés experimentarán diferentes etapas de desarrollo que pueden ser incrementadas con una estimulación temprana. Para eso, se debe reconocer y motivar el potencial de cada niño individualmente, y presentarle objetivos y actividades adecuadas que fortalezcan su auto estima, e iniciativa y aprendizaje. La estimulación que recibe el bebé en sus primeros años de vida, constituyen la base de su desarrollo futuro.



Aparte de las actividades que se aplican en la estimulación del bebé, es muy importante destacar que el ambiente también es una herramienta a tener en consideración. El ambiente no es solo un lugar tranquilo, donde se respira el respeto, la tolerancia, la paciencia, el acuerdo y la unión, también son las personas que acompañan al pequeño. Si el bebé cuenta con la compañía de personas significativas para él, como es el caso de sus padres, se sentirá apoyado en su vínculo afectivo, en sus habilidades y destrezas. La estimulación será más completa.

Los Gastos de la Vuelta al Colegio

La Confederación de Consumidores y Usuarios de España (CECU), ha realizado un cálculo aproximado de los costes que tendrán que afrontar este año las familias de cara al retorno a las aulas para el curso 2009/2010. Se propone que las familias ahorren y controlen los gastos y realicen sólo los necesarios. Hay que tener en cuenta la dificultad de afrontar un cálculo de este tipo, ya que los gastos dependen del tipo de centro (público, concertado, privado), del curso en el que se encuentre el alumno, de la comunidad o ciudad en la que viva, de las ayudas públicas a las que pueda acceder, etc. La cifra variará incluso, en función de que los libros sean de una u otra editorial, por lo que hablaremos de gastos medios aproximados de ámbito nacional que incluyen libros, material escolar, ropa y calzado (uniforme, en su caso) y matrícula (si el centro lo requiere).

 
Hablando de colegio públicos, en los que no se cobra matrícula, el gasto aproximado rondará los 520 euros de media por alumno, reduciéndose notablemente esta cifra cuanto menor sea el niño. En este apartado, los libros y la ropa y el calzado son los sectores que más presupuesto se llevan, ya que, al no haber uniforme obligatorio, se hace un desembolso importante en distinta ropa de diario.

 
Si nos dirigimos a los colegios concertados o privados, el gasto se incrementa, teniendo en cuenta que en buena parte de ellos se paga matrícula. Además, en este tipo de centros el precio de los uniformes y del material escolar suele ser más elevado. Así, el gasto en los colegios concertados rondarán los 850 ó 900 euros de media, y los privados pueden sobrepasar los 1.200 euros, sin contar en ambos casos la posible necesidad de transporte en autobús ni las posibles mensualidades.

 
Los comedores escolares

En los centros públicos no hay gastos de matrícula, y el comedor suele costar de 90 a 130 euros, y el transporte entre los 60 y los 90 euros, al mes. En los colegios privados, la mensualidad está entre los 400 y los 1200 euros, según el curso, mientras el comedor se eleva a cerca de los 150 euros, y el transporte a los 110 euros, aproximadamente. En los colegios concertados, la matrícula suele rondar de 200 a 300 euros, y con el comedor se gasta cerca de 130 euros, y unos 60 euros en el transporte.

 

Los libros de texto y el material escolar

Para tratar de reducir estos elevadísimos gastos, CECU aconseja a las familias que, en primer lugar, se informen de los sistemas de ayudas para libros que dan tanto las distintas Comunidades Autónomas como los Ayuntamientos o la Administración Central. Que tengan en cuenta las 4R (reducir, reciclar, reutilizar y reparar) también puede ayudar a evitar gastos innecesarios: es importante ser conscientes de las necesidades reales y del material que tenemos en casa y que se puede volver a utilizar, reduciendo el consumo y reparando el material que pueda usarse de nuevo. En este sentido, los padres también pueden contactar con la asociación de padres de su colegio por si existe la posibilidad de que se propongan días de intercambio o donaciones de libros de texto.

 
La ropa o uniforme, y el calzado

Casi un tercio del presupuesto total para la vuelta al cole es absorbido por la compra de ropa y calzado. El precio medio de un uniforme es de 260 euros. Aunque en las escuelas públicas no usen el uniforme, las familias deberán afrontar un gasto mínimo en ropa y calzado para el día a día que oscila entre los 100 y los 150 euros.

La Confederación de Consumidores y Usuarios de España (CECU), ha realizado un cálculo aproximado de los costes que tendrán que afrontar este año las familias de cara al retorno a las aulas para el curso 2009/2010. Se propone que las familias ahorren y controlen los gastos y realicen sólo los necesarios. Hay que tener en cuenta la dificultad de afrontar un cálculo de este tipo, ya que los gastos dependen del tipo de centro (público, concertado, privado), del curso en el que se encuentre el alumno, de la comunidad o ciudad en la que viva, de las ayudas públicas a las que pueda acceder, etc. La cifra variará incluso, en función de que los libros sean de una u otra editorial, por lo que hablaremos de gastos medios aproximados de ámbito nacional que incluyen libros, material escolar, ropa y calzado (uniforme, en su caso) y matrícula (si el centro lo requiere).



Hablando de colegio públicos, en los que no se cobra matrícula, el gasto aproximado rondará los 520 euros de media por alumno, reduciéndose notablemente esta cifra cuanto menor sea el niño. En este apartado, los libros y la ropa y el calzado son los sectores que más presupuesto se llevan, ya que, al no haber uniforme obligatorio, se hace un desembolso importante en distinta ropa de diario.



Si nos dirigimos a los colegios concertados o privados, el gasto se incrementa, teniendo en cuenta que en buena parte de ellos se paga matrícula. Además, en este tipo de centros el precio de los uniformes y del material escolar suele ser más elevado. Así, el gasto en los colegios concertados rondarán los 850 ó 900 euros de media, y los privados pueden sobrepasar los 1.200 euros, sin contar en ambos casos la posible necesidad de transporte en autobús ni las posibles mensualidades.

 
Los comedores escolares

En los centros públicos no hay gastos de matrícula, y el comedor suele costar de 90 a 130 euros, y el transporte entre los 60 y los 90 euros, al mes. En los colegios privados, la mensualidad está entre los 400 y los 1200 euros, según el curso, mientras el comedor se eleva a cerca de los 150 euros, y el transporte a los 110 euros, aproximadamente. En los colegios concertados, la matrícula suele rondar de 200 a 300 euros, y con el comedor se gasta cerca de 130 euros, y unos 60 euros en el transporte.

 
Los libros de texto y el material escolar

Para tratar de reducir estos elevadísimos gastos, CECU aconseja a las familias que, en primer lugar, se informen de los sistemas de ayudas para libros que dan tanto las distintas Comunidades Autónomas como los Ayuntamientos o la Administración Central. Que tengan en cuenta las 4R (reducir, reciclar, reutilizar y reparar) también puede ayudar a evitar gastos innecesarios: es importante ser conscientes de las necesidades reales y del material que tenemos en casa y que se puede volver a utilizar, reduciendo el consumo y reparando el material que pueda usarse de nuevo. En este sentido, los padres también pueden contactar con la asociación de padres de su colegio por si existe la posibilidad de que se propongan días de intercambio o donaciones de libros de texto.


 
La ropa o uniforme, y el calzado

Casi un tercio del presupuesto total para la vuelta al cole es absorbido por la compra de ropa y calzado. El precio medio de un uniforme es de 260 euros. Aunque en las escuelas públicas no usen el uniforme, las familias deberán afrontar un gasto mínimo en ropa y calzado para el día a día que oscila entre los 100 y los 150 euros.

La vuelta al Colegio

Ya no hace tanto calor como antes. Los recuerdos de las vacaciones ya se van quedando atrás y ahora el momento exige un nuevo desafío para la familia: el ingreso o la vuelta al colegio, a la escuela, o a la guardería. Todo eso supone más disciplina, cumplimiento de horarios, compra de ropa o de uniforme, de libros, y una infinidad de compromisos que exigen un esfuerzo tanto para los hijos como para los padres. Para muchos de ellos la entrada o la vuelta al colegio representa un cambio demasiado radical.



Año tras año la situación se repite, lo que supone un considerable esfuerzo para reajustarla. La adaptación o la readaptación es un proceso que suele durar aproximadamente una semana, partiendo de la hipótesis de que el ambiente escolar y familiar sea el adecuado. Todo dependerá de la actitud que tengan los educadores y los padres. Ambas partes tendrán que estar preparadas para transmitir a los niños una impresión positiva de lo que representa ir o volver al colegio, y apoyarles en la transición de las vacaciones a las clases.



Para ayudarlos en esta tarea hemos preparado un material que podrá ayudar a muchas familias a que se carguen las pilas y recuperen la ilusión por el inicio de un nuevo año lectivo. Al final, todo se supera, se arregla, y se controla, con alguna dosis de paciencia y comprensión. Los cambios

Las vacaciones permiten a que los niños estén más relajados, sin prisas para irse a la cama, sin tener que madrugar, etc. Por eso, cuando vuelven al colegio ellos pasan de no tener tantas obligaciones a tener que estudiar, hacer deberes, etc. Es un cambio que provoca algunas alteraciones. De ahora en adelante, volver al colegio supondrá un gran esfuerzo que al paso de los días se irá amenizando. Lo mismo ocurre con los niños que irán al colegio o a la guardería por primera vez. Pasan de estar más en casa para compartir ambiente con otros niños y a estar bajo la responsabilidad de otras personas y de otras reglas. Aparte de los horarios, el niño podrá enfrentarse también a otros cambios. Puede que tengan nuevos profesores, nuevas materias, nuevo grupo de compañeros, o aún nuevo colegio. En todos los casos, el ánimo de los padres debe ser esencialmente positivo para el hijo.

 
Proceso de adaptación al colegio

Cuando el niño va a la guardería o la escuela por primera vez normalmente se aplica un horario de adaptación para que poco a poco el niño se vaya acostumbrando a la nueva realidad. Todo dependerá de la disponibilidad de tiempo que tengan los padres y de las normas de la escuela. Hay algunos padres que prefieren dejar al niño a tiempo integral en la guardería desde su primer día, mientras los educadores afirman que será más beneficioso para el niño que tenga un tiempo para adaptarse a la nueva realidad. De todos modos, es necesario tener mucha paciencia y comprensión con los niños, y a la vez demostrarles todo con mucho entusiasmo y positivismo.

Para los niños mayores, los que ya están acostumbrados al mundo escolar, los "veteranos", la adaptación casi siempre no es un problema. Depende mucho de su carácter. Cada niño reacciona de una forma distinta y en esta situación no se puede haber comparaciones.


 
La postura de los padres

Tanto para el ingreso como para la vuelta a la escuela o al colegio, es fundamental que el niño cuente con el apoyo y el ánimo de sus padres. Es necesario que se críe un ambiente familiar favorable en casa para que el niño se sienta más seguro y más apoyado para adaptarse al nuevo ritmo de vida. El comportamiento que tenga tu hijo es muy comprensible. Ellos reaccionan a los cambios del mismo modo que nosotros, los adultos. Es como cuando vamos a un trabajo por primera vez. Nos ponemos nerviosos, ansiosos, y a los niños se les pasa lo mismo, aunque lo exteriorice y manifieste de una forma distinta. Por esta razón, los padres debemos hablar con nuestros hijos acerca de la nueva situación, transmitirles confianza, pedirles su colaboración y su comprensión, y demostrarles los seguros y tranquilos que estamos de que ellos se vayan al colegio. Es necesario destacar los cambios positivos que el nuevo cotidiano les traerá, como también participar de cerca de todo el proceso, es decir, comprar los libros y forrarlos con ellos, ordenar la ropa o el uniforme, y acompañarlos al colegio por lo menos durante la primera semana.

En resumo, que los padres hablen con sus hijos de sus capacidades, ilusiones, habilidades y expectativas hacia esta nueva etapa, contribuirá a que los niños se sientan arropados y capacitados a salir adelante ante las dificultades que se les puedan presentar, fomentando así su autoestima. Lo único que no se pueden hacer los padres es exigir que todo sea perfecto y maravilloso desde el primer día.

 
Consejos para que los padres ayuden a sus hijos:

1- Forre los libros e identifícalos con el nombre de tu hijo, con él.



2- Ayude a tu hijo a eligir el material escolar que desee usar, como lápices, cuadernos, la ropa (en el caso de que no use uniforme). Que el niño participe con su opinión en las compras.



3- Deje que tu hijo elija la mochila en la que llevará sus libros, bien como su estuche.



4- Ayude a tu hijo a que se vaya adaptando al horario escolar un par de semanas antes del inicio de las clases.

5- Que tengáis mucha paciencia.

Tratamiento de los Problemas de Aprendizaje

Si los problemas del aprendizaje no se identifican y se tratan a tiempo, la educación, la autoestima, la vocación, la socialización, y las actividades diarias del niño se verán muy afectadas. Sus efectos pueden ir aumentando y agravándose como una bola de nieve al girar. Por ejemplo, un niño que no aprende a sumar en la escuela primaria no podrá entender el álgebra en la escuela secundaria. El niño, al esforzarse tanto por aprender, se frustra más y más, y desarrolla problemas emocionales, tales como una baja autoestima ante tantos fracasos. Algunos niños con problemas de aprendizaje se portan mal en la escuela porque prefieren que los crean "malos" a que los crean "estúpidos". En 1983, la American Bar Association señaló que existe un vínculo inequívoco entre los problemas del aprendizaje no diagnosticados a tiempo y la delincuencia juvenil.

 
Los psiquiatras de niños y adolescentes indican que los problemas del aprendizaje se pueden tratar. Tales problemas merecen una evaluación comprensiva por un experto que pueda enjuiciar todos los diferentes factores que afectan al niño. Un psiquiatra de niños y adolescentes puede ayudar a coordinar la evaluación y trabajar con profesionales de la escuela y otros para llevar a cabo la evaluación y las pruebas en la escuela, y así clarificar si existe un problema de aprendizaje.

 
Evaluación de los problemas de aprendizaje

El tratamiento incluye una charla con el niño y la familia, evaluación de la su situación, revisión de las pruebas educativas, y consulta con la escuela. El psiquiatra de niños y adolescentes hará sus recomendaciones sobre dónde situar al niño en la escuela, la necesidad de ayudas especiales, tales como terapia de educación especial o la terapia del habla y los pasos que deben seguir los padres para asistir al niño y ayudarle a que pueda lograr el máximo de su potencial de aprendizaje.



Algunas veces se recomienda psicoterapia individual o de familia. Los medicamentos pueden ser recetados para la hiperactividad o para la distracción. Es importante reforzar la confianza del niño en sí mismo, tan vital para un desarrollo saludable, y también ayudar a padres y a otros miembros de la familia a que entiendan mejor y puedan hacer frente a la realidad de convivir con un niño con problemas de aprendizaje.

 
Los genios han tenido problemas de aprendizaje

A lo largo de la historia podemos encontrar varios personajes que a pesar de haber presentado problemas en el aprendizaje se destacaron de manera exitosa en sus vidas. Estas personas contribuyeron significativamente al desarrollo de la raza humana. Sirven de modelo y nos indican el potencial que nuestros estudiantes pueden alcanzar si se les diagnostica y se les provee remediación a tiempo. Algunas de estas personas son: Thomas Alva Edison; Alexander Graham Bell; Leonardo Da Vinci; Albert Einstein; Beethoven; Winston Churchill; John F Kennedy; Walt Disney; Tom Cruise.

Problemas de Aprendizaje

Los problemas del aprendizaje afectan a 1 de cada 10 niños en edad escolar. Son problemas que pueden ser detectados en los niños a partir de los 5 años de edad y constituyen una gran preocupación para muchos padres ya que afectan al rendimiento escolar y a las relaciones interpersonales de sus hijos.

 
Un niño con problemas de aprendizaje suele tener un nivel normal de inteligencia, de agudeza visual y auditiva. Es un niño que se esfuerza en seguir las instrucciones, en concentrarse, y portarse bien en su casa y en la escuela. Su dificultad está en captar, procesar y dominar las tareas e informaciones, y luego a desarrollarlas posteriormente. El niño con ese problema simplemente no puede hacer los que otros con el mismo nivel de inteligencia pueden lograr.

El niño con problemas específicos del aprendizaje tiene patrones poco usuales de percibir las cosas en el ambiente externo. Sus patrones neurológicos son distintos a los de otros niños de su misma edad. Sin embargo tienen en común algún tipo de fracaso en la escuela o en su comunidad.


Cómo detectar problemas de aprendizaje en los niños

No es nada difícil detectar cuando un niño está teniendo problemas para procesar las informaciones y la formación que recibe. Los padres deben estar atentos y conscientes de las señales mas frecuentes que indican la presencia de un problema de aprendizaje, cuando el niño:



- Presenta dificultad para entender y seguir tareas e instrucciones.

- Presenta dificultad para recordar lo que alguien le acaba de decir.

- No domina las destrezas básicas de lectura, deletreo, escritura y/o matemática, por lo que fracasa en el trabajo escolar.

- Presenta dificultad para distinguir entre la derecha y la izquierda, para identificar las palabras, etc. Su tendencia es escribir las letras, palabras o números al revés.

- Le falta coordinación al caminar, hacer deportes o llevar a cabo actividades sencillas, tales como aguantar un lápiz o amarrarse el cordón del zapato.

- Presenta facilidad para perder o extraviar su material escolar, como los libros y otros artículos.

- Tiene dificultad para entender el concepto de tiempo, confundiéndo el "ayer", con el "hoy" y/o "mañana".

- Manifiesta irritación o excitación con facilidad


 
Características de los problemas de aprendizaje

Los niños que tienen problemas del aprendizaje con frecuencia presentan, según la lista obtenida de "When Learning is a Problem/LDA(Learning Disabilities Association of America)", características y/o deficiencias en:

 
Lectura (visión)

El niño acerca mucho al libro; dice palabras en voz alta; señala, sustituye, omite e invierte las palabras; Ve doble, salta y lee la misma línea dos veces; no lee con fluidez; tiene poca comprensión en la lectura oral; omite consonantes finales en lectura oral; pestañea en exceso; se pone bizco al leer; Tiende a frotarse los ojos y quejarse de que le pican; presenta problemas de limitación visual, deletreo pobre, entre otras.

 
Escritura

El chico invierte y varía el alto de las letras; no deja espacio entre palabras y no escribe encima de las líneas; Coge el lápiz con torpeza y no tiene definido si es diestro o zurdo; mueve y coloca el papel de manera incorrecta; trata de escribir con el dedo; tiene pensamiento poco organizado y una postura pobre, etc.

 
Auditivo y verbal

El niño presenta apatía, resfriado, alergia y/o asma con frecuencia; pronuncia mal las palabras; respira por la boca; se queja de problemas del oído; se siente mareado; se queda en blanco cuando se le habla; habla alto; depende de otros visualmente y observa el maestro de cerca; no puede seguir más de una instrucción a la vez; pone la tele y la radio con volumen muy alto, etc.

 
Matemáticas

El alumno invierte los números; tiene dificultad para saber la hora; pobre comprensión y memoria de los números; no responde a datos matemáticos, etc.

El Niño Superdotado

De una forma segura, solamente con la orientación de un profesional especializado en el tema. Pero existen algunas características que pueden ayudar a los padres a que identifiquen a un niño superdotado:

 
1. Duerme poco.

2. Aprende a leer en un corto espacio de tiempo.

3. Dice su primera palabra con seis meses.

4. Dice su primera frase con doce meses.

5. Mantiene una conversación entre 18 y 24 meses. Vocabulario impropio para su edad.

6. Aprende el abecedario y cuenta hasta 10 a los dos años y medio.

7. Resuelve mentalmente problemas de suma y resta hasta 10 con tres años.

8. Pregunta por palabras que no conoce desde los tres años.

9. Realiza preguntas exploratorias a edades tempranas.

10. Alta capacidad creativa.

11. Posee una alta sensibilidad hacia el mundo que le rodea.

12. Preocupación por temas de moralidad y justicia.

13. Enérgico y confiado en sus posibilidades.

14. Muy observador y abierto a situaciones inusuales.

15. Muy crítico consigo mismo y con los demás.

16. Gran capacidad de atención y concentración.

17. Le gusta relacionarse con niños de mayor edad.

18. Baja autoestima, tendencia a la depresión.

19. Se aburre en clase porque sus capacidades superan los programas de estudio convencionales.

20. Son, aparentemente, muy distraídos.

21. Su pensamiento es productivo más que reproductivo. Se basan en la construcción de las cosas.

22. Tienen muy poca motivación hacia el profesor.

23. Llegan a sentirse incomprendidos, raros.

24. Son independientes e introvertidos.


 
Qué deben hacer los padres

En el caso de que los padres perciban que su hijo tiene ese perfil, deberán tomar algunas providencias. Según Linda Kreger Silverman, especialista del US Department of Education (Departamento de Educación de Estados Unidos) los padres tienen un papel fundamental en el desarrollo de estos niños. Son ellos los que deberán entrar en contacto con el educador del niño, la escuela, y pedir una orientación. Seguramente, después de una evaluación del caso, los docentes pasarán el niño a la observación de un orientador, y si es el caso, a un especialista. Si realmente se confirma que el niño es superdotado, no os preocupéis, porque recibirán toda la orientación posible.

 
Continuar trabajando para el desarrollo del niño

- Hablando y jugando con él. Mantener conversaciones sobre hechos cotidianos con los adultos expresando su parecer.

- Prestando atención a sus inclinaciones por el arte o los números y ayudándole a desarrollar estas habilidades.

- Llevándolo a lugares donde pueda aprender cosas nuevas, como museos, bibliotecas y centros comunitarios donde se desarrollen actividades.

- Estimulándolo para que no se aburran, explicándole que el éxito es posible y que saldrá beneficiado en el futuro.

- Procurando un ambiente tranquilo donde pueda leer y estudiar y ayudarle siempre con sus deberes.

- Es aconsejable inscribirlos en actividades fuera de la escuela.



Si tu hijo tiene un coeficiente intelectual superior eso debe ser detectado lo antes posible: Los especialistas recomiendan prestar atención a los patrones de niños superdotados para captar esta capacidad cuando tienen entre 3 y 8 años y actuar en consecuencia.

Estos niños suelen tener problemas sociales cuando no reciben un trato adecuado. El psicólogo Kenneth Shore, experto en educación para superdotados, dice que estos pequeños pueden tener intereses distintos a los de sus compañeros."No es de sorprender que los superdotados se sientan desconectados de sus pares e incomprendidos por los maestros. Si la educación que reciben no se ajusta a sus necesidades, se vuelven inactivos, distraídos y tienen mala conducta ", asegura Shore. De acuerdo con Shore, los maestros a veces se equivocan y creen que estos chicos tienen problemas de aprendizaje. Según el experto, un ejemplo de esta situación fue experimentado por Albert Einstein: cuando el premio Nobel de Física tenía 12 años, sus maestros determinaron que era lerdo para aprender. De hecho, Einstein tenía los peores recuerdos de la escuela.


¿Lo niños superdotados deben estudiar separados de los demás chicos?

Los programas para chicos superdotados han generado mucha controversia. "Algunos los critican por ser elitistas y mandar un mensaje de mediocridad a aquellos que no han sido elegidos como superdotados", dice Shore. Aunque es cierto que no es bueno segregar, es conveniente que estos niños reciban una atención especial. Shore, que fue psicólogo escolar durante 20 años, recomienda que los niños vayan a una escuela normal, pero que inviertan más horas de estudio semanales que los demás en programas de aprendizaje enriquecidos. Para esto, el educador y la familia deben formar un equipo para seguir de cerca los avances del pequeño.

El niño no Quiere Irse a la Escuela

Con calma y mucha tranquilidad. Por lo general, el asistir a la escuela es un evento agradable para los niños pequeños. Infelizmente parar otros eso representa miedo o pánico. Los padres tienen motivos suficientes de preocupación cuando el niño se enferma debido a la tensión. Hay niños que "fingen estar enfermos" o exageran los síntomas físicos para quedaren en casa y no ir a la escuela. A menudo, el niño de entre cinco y diez años de edad que se comporta de esta manera está padeciendo un temor paralizante por tener que dejar la seguridad de la familia y de la casa. Es muy difícil para los padres hacerle frente a este pánico infantil, pero estos temores pueden tratarse exitosamente con o sin la ayuda profesional. Todo dependerá del grado de temor que tenga el niño. Si los padres notan que puede ser algo pasajero, es cuestión de insistir en llevarlo que todo pasará.

 
Este miedo irracional suele aparecer por vez primera en niños que asisten a escuelas para niños de edad preescolar, siendo más frecuente en los niños que cursan el segundo grado. El niño por lo general se queja de dolores de cabeza, de garganta o de estómago justo antes de la hora de irse a la escuela. La "enfermedad" se mejora cuando se le permite quedarse en la casa, pero reaparece a la mañana siguiente antes de ir a la escuela. En algunos casos, el niño se niega por completo a salir de la casa. El negarse a ir a la escuela aparece generalmente después de un período en el que el niño ha estado en la casa en compañía de su mamá, por ejemplo, después de las vacaciones de verano, de los días de fiesta, o después de una breve enfermedad.

 
Niños inseguros

Los niños que tienen un miedo irracional de la escuela pueden sentirse inseguros si se quedan solos en una habitación, y pueden demostrar un comportamiento de apego hacia sus padres, e inclusive se convierten en la sombra de sus padres en la casa. Estos miedos son comunes en niños con el llamado "desorden de Ansiedad". Los niños tienen dificultad para dormir, un miedo exagerado y un temor irreal hacia los animales, monstruos, ladrones o a la oscuridad.

Los efectos potenciales a largo plazo pueden ser muy serios para un niño con miedos persistentes si no recibe atención profesional. El niño puede desarrollar serios problemas escolares y sociales si deja de ir a la escuela y de ver a sus amigos por mucho tiempo. Antes de que eso pueda ocurrir, los padres pueden ayudar a su hijo llevándolo a un psiquiatra de niños y adolescentes, quien trabajará con él en su esfuerzo de hacer regresar al niño de inmediato a la escuela y a otras actividades diarias. Como el pánico surge al dejar la casa, y no por estar en la escuela, el niño por lo general está tranquilo una vez que está en la escuela.

 

Ayuda profesional

Para algunos niños se requiere un tratamiento extensivo para determinar las causas del miedo. Los niños mayores o los adolescentes que se niegan a ir a la escuela padecen por lo general de una enfermedad más grave y a menudo requieren un tratamiento aún más intensivo.

En cualquier caso, el miedo irracional de dejar la casa y a los padres se puede tratar con éxito, y los padres no deben ignorar ni descartar la ayuda profesional. El médico del niño puede indicar los padres a un psiquiatra de niños y adolescentes.

Elegir Niñera

Es una decisión muy importante tener que delegar en otra persona el cuidado de los hijos. Requiere una búsqueda y una seguridad cuánto a las condiciones que consideren necesarias. Lo más complicado es encontrar la persona adecuada, la “niñera mágica”. Hay que tener claro que será muy difícil encontrar a alguien que haga las cosas como las hacen los padres. Lo que sí deben comprobar es que exista una buena relación entre la cuidadora y el niño.

 
¿Qué hacer para identificar a una buena canguro?

1- Empieza la búsqueda cuanto antes. Hay que dedicarle tiempo. Entreviste personalmente a todas las candidatas a cuidadoras antes de tomar una decisión.



2- No es conveniente que la niñera tenga una edad inferior a los 18 años. Sería demasiado joven para tal compromiso. Si tu bebé tiene menos de dos años, es aconsejable que su cuidadora haya estudiado puericultura.



3- Puntualidad y responsabilidad deben ser condición básica.



4- Que tenga iniciativa cuánto a posibles problemas: fiebres, atragantamiento, caídas, etc. Plantéele una situación imaginaria de emergencia para ver cómo reaccionaría.



5- Es imprescindible que tenga experiencias anteriores y referencias. Conviene que quien cuide de su hijo tenga conocimientos demostrables en puericultura o educación infantil. No se fíe de las apariencias.



6- Durante la entrevista valore la iniciativa, la paciencia, la vocación, madurez y actitudes. Una buena cuidadora siempre priorizará los intereses y las necesidades del niño.



7- Tanto los bebés como los niños deben formar parte de la entrevista para que los padres puedan observa si existe complicidad afectiva en el contacto de la niñera con ellos.



8- Háblale sobre sus pautas educativas. Las canguros que son todas sonrisas y halagos deben ser capaces también de imponer autoridad a través de los límites.



9- La relación entre madre y canguro ha de ser de cooperación y complicidad.



10- Confíe en su sentido común e intente transmitir seguridad al niño a la hora de dejarlo al cuidado de otra persona.



11- Establezca un período de adaptación o de prueba de, al menos, 15 días. Si es posible, pasen juntos algunas horas al principio.

 

¿Cómo identificar que algo va mal?

Los primeros síntomas de que algo no marcha bien son que el niño se torne muy llorón cuándo se acerca el momento de estar con la canguro. O se expresa con gestos o con palabras que no quiere estar ni ver a la canguro. Dependiendo de la edad, hay niños que dicen claramente: "Tú, no. Mi mamá. Tú, no...". Lo primero que hay que hacer es hablar con la canguro. Y pedir a alguien que los observe cuando están en el parque, por ejemplo. A veces se trata de una situación pasajera, de adaptación. Antes de tomar cualquier decisión, hay que esperar algún tiempo.

Aparte de eso, mantenga una comunicación constante con la cuidadora. Es necesario que observes cuáles son los progresos de tu hijo, qué te preocupa, y cómo se porta la cuidadora.

Adaptación de Niños de 3 a 5 años

Tanto para los niños veteranos como para los principiantes su adaptación a la educadora de la escuela es, sin duda, el aspecto principal de la adaptación dado que para los más pequeños el punto de referencia principal es el adulto que está con ellos y que los va a cuidar.

En este sentido la actitud de la educadora debe ser de aproximación, respeto, afecto (sin ansiedad ni agobios) y de tranquilidad ante las típicas reacciones de inadaptación: llantos, pataletas, rabietas, etc. Que procure llamarlo, desde el principio, por su nombre al tiempo que la educadora le dice el suyo.

También es importante que la educadora conozca algunos rasgos generales de la personalidad del niño, datos que obtendrán a través de la entrevista general a los padres, o a través del informe o de la antigua educadora para los niños antiguos.

En definitiva se trata de que la educadora intente "crear un clima de seguridad afectiva para que el niño se sienta seguro de sí mismo individual y colectivamente".

 
El niño se adapta al resto del grupo

En este sentido sería interesante intentar que cuando llegue algún niño nuevo, los que son del año pasado o que ya llevan viniendo unos días se encarguen de enseñarle la clase, decirles sus nombres, a qué cosas juegan, etc.

 
El niño se adapta al espacio nuevo del aula

El alumno tanto si es nuevo como si no, estará en un aula distinta a su casa o a su aula del año pasado.

Es importante que el niño se sienta a gusto en este espacio, que lo conozca, y se maneje en el para conseguir que afectivamente le diga algo. Que sea algo suyo. Así debemos intentar familiarizarlos con la distribución del material, percha que le corresponde, espacio que ocupa en el suelo a la hora del juego, etc.

Igualmente el niño debe adaptarse al espacio nuevo que le corresponde en el comedor: qué mesa se sienta, en qué lugar, al lado de qué amigos, etc.


 
El niño se adapta al resto de la escuela

El mundo de la escuela no se limita a una educadora y a un aula, sino que en la escuela hay muchas más cosas:

ESPACIOS INTERIORES: Otras aulas, cocina, botiquín, despacho, servicios, etc.

ESPACIOS EXTERIORES: Patio de mayores, patio de pequeños, árboles, verjas, alrededores de la escuela.

PERSONAS: Personal de cocina y limpieza, resto de educadoras, correturnos, médico, coordinador, proveedores, personal de mantenimiento, etc., con las funciones que cumplen cada uno de ellos.


 
Los padres también deben adaptarse a la escuela

Hay que considerar la angustia que supone a los padres separarse de sus hijos y tener en cuenta el sentimiento de culpa que ello conlleva. Intentemos comprender sus ansiedades, y la mejor forma de hacerlo es hablándoles con seguridad y afecto para que se den cuenta que conocemos tanto su situación como la de los niños, de tal forma que tengan absoluta seguridad de que sus hijos se van a encontrar muy bien en la escuela. Una buena forma de entrar en contacto con los padres es la entrevista, o entregarles y comentarles la hoja informativa sobre la adaptación.

Adaptación de Niños con 2 y 3 años

La adaptación de un niño de 2 a 3 años a una escuela dependerá más de la actitud del personal docente y de los cuidadores que del niño. El niño no sabe a que va a la escuela, pero el personal de la escuela debe estar preparado para recibir al niño. Además, este trabajo de preparación deberá ser compartido con los padres del niño.

 
Actitudes de la educadora

- Al encontrarse con el niño: aproximación, respeto, afecto, sin ansiedad ni agobio.

- Conocimiento del nombre del niño con anterioridad a su llegada a la escuela.

- Creación de un clima de seguridad afectiva individual y colectiva.

- Hay que mantener la tranquilidad ante manifestaciones de inadaptación del niño (rabietas, llantos, inapetencias) pero sin abandono.

- Atención individualizada -pero no exclusiva- sobre todo en los momentos cotidianos de: llegadas, despedidas, comidas; entendiéndolos como momentos de gran importancia para la relación individual-afectiva con el niño (tratando de evitar prisas, agobios, nervios, etc.).

- Conocimiento del niño a través de: entrevista a padres, observación del niño y de sus reacciones ante situaciones cotidianas de la escuela.

 
Adaptación al grupo

- En la medida que se va adaptando, organiza actividades para que el niño se ponga en contacto con el resto del grupo: conocimiento de los nombres de los otros niños.

- Conocimiento de la etapa evolutiva por la que atraviesa el niño, entendiendo el egocentrismo característico de esta etapa, ayudándole a superarlo por medio de actividades grupales -que aprendan a compartir el material- (no todo es mío) - que aprendan a cuidarlo y recogerlo.

- Intenta que el niño canalice la agresividad surgida en situaciones de compartir, buscando fórmulas alternativas (no le quites este juguete a tu amigo, toma otro del estante).

- Entienda la conducta agresiva del niño como una forma de relación normal en esta edad y más en el periodo de adaptación. Este límite se debe poner por parte de la educadora de una forma no agresiva y sin tensiones, al igual que el resto de los límites.

 
Adaptación al nuevo espacio

- Conocimiento del espacio-clase: objetos, adornos, muebles.

- Conocimiento del material.

- Conocimiento del aseo.

- Conocimiento del patio.

- Conocimiento del comedor.

- Conocimiento de la enfermería.

 
Relación con los padres

- Dar confianza y seguridad a los padres.

- Entrevistas (también como forma de conocer a los padres y ver la relación que tienen con sus hijos).

- Procura que las entradas y las salidas sean lo menos conflictivas posibles: paciencia con los padres.

- Ponga límites claros a los padres desde el principio (puntualidad, ropa marcada, que ahora al principio no entren mucho en las clases) evitando los enfrentamientos.

Nota: Explica siempre al niño todas las situaciones nuevas que vayan a vivir: situaciones cotidianas, actividades, entrada, salida, jardín, comida, siesta, etc.

Adaptación a la Guardería de Bebés de 3 a 24 meses

La adaptación de un bebé de 3 a 24 meses a una escuela dependerá más de la actitud del personal docente y de los cuidadores que del bebé. Él no sabe a que va a la escuela, pero el personal de la escuela debe estar preparado para recibirlo.. Además, este trabajo de preparación deberá ser compartido con los padres del bebé.

 
Actitudes de la educadora

- Al encontrarse con el bebé: aproximación, respeto, afecto, sin ansiedad ni agobio.

- Conocimiento del nombre del niño con anterioridad a su llegada a la escuela.

- Creación de un clima de seguridad afectiva individual y colectiva.

- Hay que mantener la tranquilidad ante manifestaciones de inadaptación del niño (rabietas, llantos, inapetencias) pero sin abandono.

- Atención individualizada -pero no exclusiva- sobre todo en los momentos cotidianos de: llegadas, despedidas, comidas; entendiéndolos como momentos de gran importancia para la relación individual-afectiva con el niño (tratando de evitar prisas, agobios, nervios, etc.).

- Conocimiento del niño a través de: entrevista a padres, observación del niño y de sus reacciones ante situaciones cotidianas de la escuela.

 
Adaptación al nuevo espacio

- Conocimiento de la clase como lugar que le da seguridad, manteniendo los mismos puntos de referencia espaciales y temporales (a nivel de espacio: lugar de jugar, comer, dormir, cambiar, etc. y de tiempo: mantener los horarios de comida, siesta, cambios, etc.)

- Conocimiento del comedor.

- Introducción poco a poco del patio.

 
Relación con los padres

- Dar confianza y seguridad a los padres.

- Entrevistas (también como forma de conocer a los padres y ver la relación que tienen con sus hijos).

- Procura que las entradas y las salidas sean lo menos conflictivas posibles: paciencia con los padres.

- Poner límites claros a los padres desde el principio (puntualidad, ropa marcada, que al principio no entren mucho en sus clases en función de los otros niños) evitando los enfrentamientos.

- En esta edad es importante sin embargo organizar los horarios flexibles, para que si es posible el bebé permanezca en el centro menos de ocho horas/día.

 
Actividades

Como ya sabéis en esta etapa debemos intentar una relación personal con el bebé, haciendo hincapié en la comunicación corporal. A modo de sugerencia podéis hacer los juegos de: aserrín, aserrán; cosquillas, caricias, cucutras, canciones, etc. Que empiecen también a manejar el material de la clase, pero sin mezclarlo: torres, construcciones, telas, pelotas, etc. Respeta el juego libre sin dar demasiadas consignas, aprovechando para observar su comportamiento.

Que la comida, siesta y cambios, no se conviertan en algo rutinario, dado que son momentos idóneos para establecer una comunicación individual (evitar prisas, nervioso, etc.). Que el bebé pueda manipular la comida hasta hacerse con el nuevo objeto: la cuchara. Aprovecha los momentos de cambio para hablarles, cantarles, nombrar las partes de su cuerpo al tiempo que las tocáis. La siesta debe ser un momento de relajación y tranquilidad: ponga música y canciones suaves.


Adaptación a la Escuela

Nuestra capacidad de adaptación a las nuevas situaciones no se puede comparar con la capacidad de un niño al enfrentarse con personas y lugares distintos. Nosotros llevamos un bagaje de experiencias que hace con que la adaptación sea una situación más suave y controlada. Y eso exactamente no es el caso de los niños. En la primera infancia, todo es nuevo para ellos. Y solo nosotros, los padres, podemos ayudarles con el apoyo y la comprensión.

La integración del niño a una escuela ha de ser pasito a pasito, sin prisas ni agobios. Es muy importante respetar el tiempo y las exigencias de vuestro hijo.


Consejos para una buena adaptación

- Al principio, lleve al niño solo por algunas horas y poco a poco va aumentando el horario. Cada niño necesita de su tiempo.

- Deje que el niño lleve, se así lo desea, su juguete preferido, algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.

- No prolongue las despedidas en exceso. Hay que pasar seguridad al niño de que lo que estás haciendo es lo mejor para él.

- Al salir de la guardería deberías dedicarle más tiempo al niño, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende en la guardería. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.

- Es conveniente que la madre o el padre vaya a llevarle y a buscarle. Eso le proporcionará seguridad. Y se acostumbrará antes al cambio.

- Siempre que lo consideres necesario habla con la profesora sobre sus dudas, sus inquietudes y sobre algún cambio observado en el niño.

- Busque estar informada sobre las actividades que están desarrollando en clase: fichas, canciones nuevas, estaciones del año, etc, para entender y potenciar sus adquisiciones.

- Los aspectos de la evolución del niño deben ser coordinados con las educadoras (retirada del pañal, del chupete, etc).

- Procura tener en cuenta qué es lo que come cada día en la guardería para poder ofrecerle una dieta mas equilibrada.

- Nada de prisas por la mañana. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios a la guardería.

Ingreso del Niño en la Guardería

Hay que considerar las distintas situaciones: la familia, la disponibilidad de horarios, el estado del niño. Pero, por lo general, se recomienda que se lleve el niño a la guardería cuando son capaces de andar, de decir algunas palabritas, y cuando se encuentren en condiciones de adaptarse a las nuevas situaciones.

Entre los 18 y los 24 meses puede ser una buena edad para empezar con esta experiencia.

 
¿Y si tengo que llevarle aún muy pequeño?

En el caso de que tengas que llevar a su bebé antes, aún muy pequeño, no hay ningún motivo para que los padres sufran o se sientan culpables. La experiencia resultará positiva, si está bien conducida. Si todavía le das el pecho es aconsejable seguir el sistema de alternar pecho y biberón, o destetarle antes de que se vaya a la guardería. Es necesario para el bien de todos estar convencidos del paso que se está dando. Además, los padres deben prepararse para la aparición de ciertas enfermedades propias de la primera infancia. No se puede olvidar que el sistema inmunológico del bebé está aún débil y será inevitable que coja alguna enfermedad.

Cuándo nazca un hermanito e incluso antes es recomendable llevar al niño a la guardería y evitar que culpe al hermanito por sentirse abandonado y no ser mas el centro de las atenciones. En la escuela aprenderá a compartir las cosas y la atención.

Elegir una Guardería

Es importante elegir una buena guardería que no se limite a "vigilar" a los niños, sino que les proporcione un ambiente acogedor en el que profesionales formados dispongan de una base adecuada para su desarrollo. La escuela ha de ofrecer confianza a las familias y a los más pequeños. Si los padres se encuentran satisfechos con la elección será más fácil que sus hijos acepten y se adapten bien al cambio.



Es aconsejable que la guardería esté localizada en la cercanía del domicilio familiar. Los amiguitos que haga vuestro hijo en la guardería también serán sus amigos de vecindad. Los padres deben visitar varias guarderías e informarse acerca del funcionamiento y de la organización de cada una de ellas. Para eso es necesario tener algo de tiempo. Observen la relación del personal, cómo se hablan y se comportan. Hagan todas las preguntas, todas las que crean que son necesarias. Y que no queden dudas, si es posible.



Todos los centros, tanto públicos como privados, deben ajustarse a la normativa de la LOGSE (Ley de Ordenación General del Sistema Educativo), pero aunque la mayoría cumple las normas, es conveniente visitar las instalaciones y comprobar que efectivamente es así.


¿Hasta cuantos niños deben haber por clase?

Cuánto más pequeños son los niños mayor es la atención que necesitan. Asegúrense de que el número de niños por educador cumpla la normativa vigente. Según el marco legal, sólo pueden estar:

- En el caso de niños menores de 12 meses, 8 niños por clase.

- Si tienen entre uno y dos años, 20 niños por clase.

- Si ya tienen entre tres y seis años, 25 niños por clase.

 
¿Cómo debe ser el espacio y las instalaciones?

El espacio ha de ser amplio y exclusivo, con acceso independiente al exterior. Por cada niño dos metros cuadrados mínimos en las salas. A los menores de dos años, las áreas de descanso e higiene deben estar diferenciadas. Hay que contar también con una sala de utilización múltiple. El comedor, por ejemplo.

 
¿Es obligatorio que haya un pediatra y algún especialista en educación especial?

No es obligatorio que haya un pediatra, pero es conveniente que ofrezcan este servicio médico que tiene la función de prevención.

Si vuestro hijo tiene algún tipo de necesidad educativa especial, el centro deberá aportar recursos humanos y materiales de apoyo determinados por la administración educativa correspondiente.


 
¿Y el control higiénico?

Existen controles periódicos por parte de las autoridades competentes para comprobar el perfecto estado de los centros que deben cumplir las ordenanzas que señale la legislación vigente, y también contar con un espacio apropiado para el comedor y la cocina. Los padres pueden visitar la cocina y hacer preguntas sobre el menú, por ejemplo.

 
La zona de recreo

Por cada nueve aulas, con una superficie no inferior a los 75 metros cuadrados, todas las escuelas infantiles deben disponer de un patio exterior de juegos, exclusivamente del centro escolar.

 
Preparación académica de los educadores

Los cuidadores o educadores que atiendan a los niños entre 0 y 3 años deben tener, como mínimo, un título de Jardín de Infancia, y los que atiendan a los niños entre 3 y 6 años deben ser Maestros de Educación Infantil.

La Escuela y los Niños

Es necesario ir al colegio no solo para aprender a leer, escribir y a contar. Además de aprender todo eso, el niño va formando gradualmente su carácter, su capacidad de reflexión y juicio, al tiempo que se le amplían los conocimientos.

En los países más avanzados, la escolaridad es obligatoria y gratuita y, prácticamente, con igualdad de oportunidades para todos los escolares. El período de estudios obligatorio suele tener una duración de ocho a diez años.

 
Leer, escribir y contar

Los países que disfrutan de una economía desarrollada han hecho obligatoria la escuela para todos los niños. Hay que saber leer, escribir y contar para ejercer un oficio, por modesto que sea. Todavía existen, en muchas partes del mundo, infinidad de niños que no pueden ir al colegio: en Asia, en África y América del Sur. Sus gobiernos todavía no han construido suficientes escuelas ni formado bastantes maestros para que la educación elemental sea accesible a todos. Así que, los que puedan ir a la escuela, busquen no perder ni un solo día de clase.



En muchos países, los niños van al colegio. Pero, por desgracia, ocurre que algunos países son demasiado pobres para construir colegios y formar profesores. Sin hombres instruidos, estas naciones están condenadas a ser pobres.

Derechos de las Madres y de los Padres Adoptivos

El hecho de adoptar o acoger a un niño conlleva a una serie de derechos similares a los de las madres biológicas. Si el hijo adoptado es menor de nueve meses, la madre o el padre podrá disfrutar de un permiso de maternidad (o paternidad) con una duración máxima de 16 semanas distribuidas según les interese, a partir de la decisión administrativa de acogimiento o de la resolución judicial por la que se constituya la adopción. Si el hijo adoptado es mayor de nueve meses y menor de cinco años, el plazo se reduce a seis semanas.

Baja maternidad de la madre adoptiva

El permiso por adopción será retribuido en un 100%, siempre y cuando se haya cotizado al menos 180 días dentro de los cinco años a la fecha de adopción. La baja por este motivo será retribuida al 100%, siempre y cuando haya cotizado a la Seguridad Social al menos durante 180 días en los cinco años anteriores a la fecha de la maternidad.

 
Cuidados a los niños

Desde el momento del nacimiento hasta los nueve meses, se puede pedir una hora por lactancia. Si quieres, podrás dividir este tiempo en dos fracciones de media hora o solicitar una reducción de la jornada laboral de media hora. En caso de adopción, la legislación no regula el permiso por lactancia.

Existe la posibilidad de solicitar una reducción de la jornada laboral cuando tenga a su cuidado directo un menor de seis años o a un disminuido que no desempeñe actividad retribuida. Lógicamente, el salario quedará establecido en proporción a la jornada. También puede solicitarse un período de excedencia, no superior a tres años, para el cuidado de cada hijo, que contaría desde la fecha de nacimiento o adopción del mismo.

 
Para disfrutar de este permiso, se debe contar con un año de antigüedad en la empresa. Durante los primeros doce meses, el trabajador tendrá derecho a la reserva del puesto de trabajo. Transcurrido dicho plazo, ésta quedará referida a un puesto del mismo grupo profesional o categoría equivalente. Siempre será en la misma localidad y de igual nivel y retribución.


 
Permiso de paternidad del padre adoptivo

La legislación da opción al padre a que asuma los permisos contemplados para maternidad y cuidados del niño. De esta forma, la responsabilidad familiar se reparte equitativamente. No obstante, el 98,6% de los permisos por maternidad son solicitados por mujeres, lo que significa que por cada 26.000 mujeres que disfrutan de un permiso de maternidad, tan sólo lo hacen 300 hombres.



El Ministerio de Trabajo está analizando un anteproyecto de ley que pretende incrementar el apoyo a los trabajadores en temas de conciliación y vida laboral. En lo que se refiere al embarazo y a la atención de los niños, se prevé regular la equiparación del permiso de maternidad de los hijos adoptivos y acogidos con el de los biológicos. De esta forma, el descanso sería de 16 semanas independientemente de la edad que tuviera el niño adoptado.



Además, se podría ampliar el derecho del padre a disfrutar de este permiso, con la posibilidad de compáginar el descanso con la madre, a partir de la sexta semana del nacimiento. Esta sólo estará obligada a disfrutar del permiso durante las seis semanas posteriores al parto.

 

Derechos de las madres y de los padres adoptivos en Argentina

El estatuto del docente, otorga licencia por maternidad a quien tiene en guarda con miras de adopción a un menor, desde el otorgamiento judicial de la misma, durante 120 días, igual plazo de licencia que se otorga a una docente biológicamente madre después del parto, aunque ésta última además es acreedora a una licencia por 45 días corridos antes del nacimiento del niño.

Respecto a la Ley de Contrato de Trabajo, que ampara a todos los trabajadores en relación de dependencia, nada está reglado en ella respecto a este tema.



La trabajadora en relación de dependencia, guardadora de un niño con fines de adopción debe gozar, de licencia durante un período de 90 días al igual que la trabajadora biológicamente madre. Tiempo durante el cual se produce una convivencia más intensa, sin importar la edad del menor, que facilita un mejor conocimiento mutuo con una integración del niño en la nueva vida familiar, creándose y desarrollándose una relación vincular madre- hijo deseable.

En la adopción, desde la etapa previa de la guarda judicial con fines a la misma (desde la llegada del niño a la nueva familia), también es necesario que se forme y desarrolle una relación vincular padre- hijo afectivamente sólida.

 
Por eso en el caso que el futuro adoptante fuera un hombre no casado, quien sólo él será el adoptante, debe dársele el derecho a licencia con goce de sueldo por guarda con fines de adopción.

Creándose así la figura de licencia por paternidad en la Ley de Contrato de Trabajo.

Y en caso de tratarse de un matrimonio de guardadores en que ambos trabajan y en los cuales coincidan los horarios de actividades laborales, el permiso de licencia por guarda con fines de adopción debe poder distribuirse a opción de los interesados. Quienes podrán disfrutarlo simultánea o sucesivamente, en forma interrumpida, como ya fue legislado en España.

 
Creándose así una norma, que otorga licencia por maternidad y/ o paternidad adoptiva con goce de sueldo, teniendo en miras el bien del menor. Los cuidados del niño dado en guarda con fines de adopción, deben ser especialmente intensos, en los primeros tiempos, para lograr una buena y feliz incorporación del niño a la familia, cualquiera sea la edad del mismo. Debiendo el Estado, por medio de la legislación, facilitar tiempo de dedicación exclusiva a los padres con su hijo para lograr el objetivo.

Los primeros pasos para adoptar un hijo

Si estáis decididos a tener un hijo, y habéis elegido el camino de la adopción, GuiaInfantil.com ha seleccionado algunas direcciones que os ayudará a obtener informaciones y/o solucionar posibles dudas, para dar este paso tan importante.

Adopción en España

Lo primero es entrar en contacto con su Comunidad autonoma . Comunidad de Madrid.

Instituto Madrileño del Menor y la Familia. Gran Vía, 14 28013 Madrid Tfno.: 91 580 34 64 Fax: 91 580 37 47. Adopción internacional: Catalunya, Comunidad de Madrid , Ministerio de Justicia

 
Adopción en Argentina

Consejo Nacional del Menor y la Familia, Tte. Gral. Juan D. Perón 700 - 6° piso (1038)

Buenos Aires - Tel. 326-6682/84.

Adopción en México

Se encuentra informaciones en el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral

de la Familia. Zapata 340 P.B., Sta. Cruz Atoyac, 03310, México D.F.

Tel. (55) 30032200.

El la web personal Adoptar en México puedes encontrar mucha información organizada por padres adoptivos.

Ayuda a tu Hijo a Entender la Adopción

Antes de querer que tu hijo se acepte cómo hijo adoptado y de que lo entienda, mejor explicar, a través de cuentos, qué es la adopción. Es necesario aclara que adoptar es apenas una forma más de tener un hijo. Con ese contexto existe una infinidad de cuentos. Luego, si parte de tu hijo el interés de saber cómo y donde nació, etc, hay que explicarle poco a poco, según su curiosidad y el grado de entendimiento.



1. Para poder ayudar a tu hijo, primero tienes que estar muy bien aclarado y situado entre tu y tu pareja el tema de la adopción.



2. Comparta la historia personal de tus hijos con ellos. Incluya los detalles sobre el día de su nacimiento ( al menos los que conozca ), información sobre sus antecedentes genéticos y todas las experiencias y relaciones de vida anteriores a su inserción en la familia.



3. Valorice la historia genética, la etnia y las relaciones previas de su hijo adoptivo.



4. Reafirme permanentemente su lugar en la familia. Esto ayudará a calmar posibles temores.



5. Anímelo a que exprese y comparta tus sentimientos.



6. Ayúdalo a externalizar su responsabilidad por las decisiones que sus padres han tomado. Cualesquiera que sean las razones para su ofrecimiento en adopción, tu hijo necesita estar seguro de que las cosas no han sucedido por su culpa.



La investigadora Miriam Komar hace una clasificación de respuestas dadas a preguntas hechas por niños adoptivos en cinco estilos de comunicación :

 
Estilos de comunicación con el hijo adoptado

1.Racional - está basada en la realidad externa del niño: otra gente y sus actitudes; objetos y procesos; historia pasada y expectativas futuras, etc. No es ambigua y no presenta información falsa, estimula al niño a pensar en las ambigüedades de la vida y puntualiza el concepto de opciones que el padre presenta al hijo al mismo tiempo que le da un sentimiento de pertenencia. El inconveniente es que la respuesta es fría y puede no llegar a otorgar el consuelo que el hijo necesita.



2.Reflectiva - el padre otorga al hijo una respuesta que refleja los sentimientos contenidos en la pregunta, la valida y otorga el debido respeto. Esto lo anima en el acto de hacer la pregunta. Es una respuesta verdadera y elude ambigüedad, emplea la lógica remarcando la pregunta. Sin embargo, usada concisamente, no proporciona suficiente información al hijo.



3.Niño elegido - destaca la noción de que el niño adoptivo es querido porque especialmente fue escogido por sus padres. Esto impone una carga en el niño, ya que si fue especialmente escogido porque era tan maravilloso, tendrá ahora que seguir siéndolo, tendrá que seguir siendo “especial”. Se preocupará de que si no llega a ser tan maravilloso como ellos creen, sus padres lamentarán haberlo escogido y lo llevarán de regreso al lugar

de donde provino. La intención es dar autoestima al hijo al recordarle el inmenso amor ofrecido por la familia adoptiva. Esta respuesta ayuda cuando el niño busca consuelo pero no cuando pide información. También, sobre-enfatiza la dependencia del hijo en el amor de sus padres como respuesta a un problema y disminuye la habilidad del hijo para pensar las cosas de manera autónoma.



4.Glorificante - idealiza al adoptado, a los padres biológicos y su pasado biológico. Hace incapié en que los padres biológicos y la herencia son excelente. Los padres que usan este estilo de respuesta, generalmente perciben la pregunta como una búsqueda de autoestima del hijo. Algunas de las respuestas dadas pueden ser ciertas, pero el padre adoptivo no las sabe con exactitud, y de este modo decepciona el anhelo del hijo de conocer la realidad. Este estilo es mejor aplicado en el niño pequeño que necesita conocer lo que se refiere a sus padres biológicos y herencia como algo positivo.



5.Autoritario- era considerado como el modo propio de hablar al niño: el padre habla, el niño escucha.

La Adopción Según la Edad de los Niños

Las conversaciones con tu hijo deberán ser adecuadas a su etapa de desarrollo, temperamento e influencias externas. Los hijos adoptados durante su temprana infancia experimentan el dolor de la separación de sus padres biológicos. Todos los niños adoptados deben ajustarse a las nuevas imágenes, nuevos sonidos, nuevos olores y nuevas experiencias. Durante las etapas preverbal y verbal temprana, los padres tienen una perfecta oportunidad de comenzar a compartir con el niño el tema de la adopción de una forma tranquila y cómoda, para edificar así los cimientos de futuros diálogos.

 
Cuando su hijo adoptado es pequeño

- Utilice con frecuencia la palabra adopción. Eso les dará la oportunidad de acostumbrarse a decir la palabra sin sentirse incómodos ni molestos.

- Utilicen la palabra adopción en un momento en que sientan próximos a su hijo.

- Utilicen la palabra adopción de forma espontánea. No la digan con demasiada frecuencia, sólo cuando parezca natural hacerlo.

 
Tu hijo, por supuesto, no comprenderá estas conversaciones, pero comenzará a familiarizarse con el término adopción y con los tonos que empleas para referirse al tema. Es en la etapa infantil cuando se debe preparar una comunicación abierta sobre adopción, lo que dará buenos frutos más adelante. Sean sinceros consigo mismos de modo que puedan ser sinceros con tus hijos. Sois una familia adoptiva y no pueden cambiar ese hecho. Tus hijos tienen el derecho de saber, cuando sea posible, acerca de sus antecedentes y de su adopción. Si intentan ocultarles los hechos, ellos se sentirán engañados y traicionados cuando a la larga descubran los secretos ( y lo harán).

A medida que sus pequeños muestran más curiosidad con respecto a la vida y el nacimiento, estarán más interesados en qué papel juegan ellos en el esquema de la existencia.

 
Hijos adoptados de un a tres años de edad

De 1 a 3 años los niños están muy ocupados ganando control de ellos mismos y del mundo. Físicamente, el control real comienza durante esta etapa, control de esfínteres, de caminar, de auto-alimentarse, de sus padres a través del no, etc.

 
Alrededor de los 3 años, el niño comienza a aprender acerca de la familia y a concentrar sus intereses en cómo y cuándo nació. Antes de que tus hijos puedan entender el proceso de la adopción y las diferentes formas en que puede estar constituida una familia, es necesario que comprendan las formas por las cuales se puede tener un hijo.

 
Es alrededor de esta edad cuando comienzan a preguntarse si crecieron en la barriguita de su mamá; por lo tanto, he aquí un momento oportuno para explicarles el proceso de adopción y las diferentes formas en que un niño pueda ingresar en una familia.

 
Cuando tu hijo le interrogue sobre el nacimiento y la adopción

- prepárese para ser interrogado

- considérelo como una oportunidad

- conteste solamente lo que le preguntan, no entre en detalles.

 
Estas preguntas son características de las que formulan todos los niños, y sus hijos no serán una excepción:

¿Cómo salió el bebé?

¿Nací yo de esa manera?

¿Estuve yo en tu barriga, mamá?

¿Por qué no crecí yo en tu barriga?

Explique a tu hijo que los bebés salen por una abertura especial que tienen todas las mujeres, y que todos nacemos de esa manera. Que él no creció en tu barriga, pero creció en la de otra señora y ya cuando él había nacido, vosotros lo adoptaron. Hágale saber de lo muy felices que estáis por su nacimiento y de que él forme parte de toda la familia.

Cuando tu hijo pregunte por qué no creció en tu barriga, le puedes contestar que lo intentó pero que no lograron. Y él tuvo que venir de otra barriga. Si lo desea, añada que tu querías tener un hijo, de modo que él creció en la barriga de otra señora, y cuando nació, vosotros fuisteis a buscarlo y lo adoptaron.

 
No trate de decir a tu hijo más de lo que él puede entender. A medida que crezcan, las informaciones también crecerán y serán más adecuadas para ellos, según la edad que tengan.

Es importante hablarle, no sólo de su historia después de ingresar en la familia, sino también acerca de sus orígenes y sus progenitores. Este concepto de una historia de vida global resulta crítico para el desarrollo de su identidad, y debe incluir todo lo que sepas respecto del día en que él nació. El niño necesita saber que su nacimiento fue igual al de todos los otros niños, que forma parte de una familia, y que las familias están compuestas por personas que viven juntas y se aman unas a otras.

 
Hijos adoptados de tres a cinco años de edad

De 3 a 5 años, el niño se está alistando para la próxima etapa: enfrentarse al mundo. Comienza a desarrollar la habilidad de explorar, de iniciar proyectos y cuestionar todo lo que ve. Todas esta habilidades le ayudan a continuar la separación de sus padres, a prepararse para salir del mundo seguro de la casa al afuera salvaje y desconocido. Y en el momento que se asome al mundo exterior, va a comenzar a confrontar el hecho de su propia adopción.

Debido a que en el niño pequeño su habilidad de pensamiento es tan rudimentaria, generalmente tiene problemas para entender las implicaciones de ser adoptado.

 
Hijos adoptados de seis y siete años de edad

Comenzando cerca de los 6 ó 7 años, el niño puede diferenciar entre adopción y nacimiento como modos alternativos de formar una familia. En otras palabras, reconoce que aunque todos entran al mundo de la misma manera, por el nacimiento, la mayoría de los miembros de las familias lo hacen naciendo dentro de ella. También reconoce que ser adoptado significa tener dos pares separados de padres ( los que me concibieron y los que me acogieron y educaron.

 
Los niños comienzan a preguntarse acerca de su madre biológica; las preguntas sobre sus padres biológicos suelen llegar algo más tarde. Este es un buen momento para mostrarles fotografías, cartas o recuerdos de sus padres biológicos. Si no se saben las respuestas a sus preguntas o si la historia involucra un pasado complejo o penoso, conteste con "quizás" evasivos, mientras reafirma el valor de las personas involucradas y la dificultad de su situación antes de la ubicación de su hijo.

Permitiéndole que piense sobre el tema, e incluso que fantasee sobre sus padres biológicos, induzcas a tu hijo a aceptar su rol en la familia y a desarrollar un grado positivo de autoestima. Sus curiosidades pueden derivar en temores acerca de temas como que sus padres biológicos aparezcan para reclamarlo, por ejemplo; por eso es tan importante que compruebes que él comprende bien el proceso y la razón de su adopción.

 
El silencio y la evasión posiblemente harán que el niño piense que hay algo erróneo en sus orígenes y consecuentemente, que hay algo malo en él. La alternativa es decirle al hijo la verdad de lo que pasó; esto puede ser muy duro tanto para los padres como para el hijo, ya que en el fondo hay una verdad difícil de aceptar. Pero es más dañino no decírselo, ya que el niño percibe misterio, inquietud y silencio acerca del tema de sus padres biológicos y de su origen.

Esta distinción entre nacimiento y adopción es muy importante, es la base de un significado y entendimiento más profundo que emergerá más adelante.

 
Los niños en edad escolar incrementarán su capacidad para la solución de problemas. El aumento de pensamiento lógico, incremento de sensibilidad al punto de vista de otros, y experiencia en el salón de clases contribuye a este proceso. El niño adoptivo en edad escolar, por primera vez hace un esfuerzo espontáneo para considerar seriamente las circunstancias que rodean su nacimiento.

Por mucho que los padres adoptivos lo intenten, será difícil evitar que sus hijos tengan sentimientos de pérdida y aflicción por los que inevitablemente pasan. Sin embargo, se los puede ayudar a que superen estas situaciones difíciles, validándoles tus sentimientos. En aquellos casos en que tu hijo requiera alguna información que no se encuentra en tu poder, ofrézcale ayuda para encontrarla.

Un entendimiento joven que emerge de la familia también complica sus sentimientos acerca de ser adoptivo. Niños pequeños, generalmente menores de 7, definen familia primariamente en términos geográficos: su familia está compuesta por las personas que viven en casa. No se ve la conexión biológica como necesaria para ser miembro familiar. Esto significa que los niños pequeños aceptan fácilmente la afirmación de sus padres adoptivos que son parte de la misma familia y así va a ser para siempre.

 
Hijos adoptados de siete y ocho años de edad

Pero cerca de los 7 u 8 años, el niño comienza a reconocer que la familia normalmente se define en términos de relaciones consanguíneas. Viéndolo así, no tienen vinculación biológica con sus padres, pero si tienen padres biológicos ( y posiblemente hermanos biológicos), en alguna parte, y aquí algunos niños pueden comenzar a expresar confusión acerca de su lugar como miembro de la familia...

Además, este periodo se caracteriza por el desarrollo de la lógica recíproca. Con respecto a la adopción, el desarrollo de la lógica recíproca ayuda a sensibilizar al niño en el asunto del abandono. Para los niños jóvenes, los padres adoptivos hablan acerca de la adopción enfatizando su deseo de tener un hijo y construir una familia. El niño, a medida que la historia avanza, necesitaba un hogar, y los padres adoptivos lo escogieron para ser parte de la nueva familia. Lo que usualmente no se discute es por que el niño necesitaba un hogar. Una vez que el niño entra en un periodo de pensamiento lógico, se percata de que para haber sido elegido, primero tuvo que haber venido de algún lugar, lo que significa que fue abandonado. Durante este tiempo, el niño comienza a entender adopción no solo en términos de construcción familiar, sino también en término de pérdida familiar.

 
Hijos adoptados de nueve a doce años de edad

Entre los 9 y 12 años, los chicos logran una comprensión más profunda de lo que significa el proceso adoptivo. Quizás aflore en esta época los primeros signos prematuros de tristeza o pesadumbre, a medida que los niños comienzan a resolver problemas, establecer prioridades y buscar relaciones. Es también en estos momentos en que empiezan a ver el lado público de la adopción y a comprender que, socialmente, son diferentes a sus amigos, aunque tal vez todavía no comprendan bien por qué esta diferencia debe importar.

 
Los niños están más capacitados para procesar información embarazosa sobre su adopción que cuando llegan a la adolescencia. Si la historia de su hijo incluye situaciones desagradables, sin embargo, asegúrese de conversar y compartir con él los hechos sin emitir juicios sobre ellos.

 
Hijos adoptados adolescentes

Entre los 13 y 15 años es bastante común que su joven hijo adolescente no quiera frecuentar a sus padres biológicos ni a los adoptivos. Esta es una época particularmente difícil para la mayoría de los jóvenes, en la cual desean asimilarse a su entorno y no ser diferenciados por ninguna característica, sea esta cual fuere.
Desde los 16 años en adelante, como sucede con la mayoría de los jóvenes, los adolescentes adoptados están constantemente tratando de descubrir cómo encajan en el mundo que los rodea, así como procurando establecer su propia independencia. Frecuentemente, este es un período en que muestran un inusitado interés por los temas de la adopción y por obtener informes acerca de su familia biológica.

 
A medida que los adolescentes se desarrollan sexualmente, comienzan a analizar las diferentes opciones que sus padres tenían, y muchas veces juzgan sus acciones y decisiones. También luchan constantemente por lograr su propio equilibrio entre las influencias genéticas y las del medio ambiente.


 

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